Tags

PUNTO DE PARTIDA PARA CONQUISTAR LAS PROMESAS DE DIOS.

– Génesis 12:2                             – Éxodo 12:40-41

– Deuteronomio 31:7                  – Josué 1:1-6

– Números 13:31-33.

El bendecir a Su pueblo, ha estado siempre en el corazón de Dios. Desde la promesa de bendición hecha a Abraham, hasta el Éxodo han pasado 430 años y Dios no les ha dado la “Tierra Prometida” ¿Por qué tantísimo tiempo?, ¿tanto tarda Dios?, ¿o somos nosotros el problema?

Por el lado de Dios, EL es fiel. Por el lado de los hombres, siempre fueron rebeldes a los mandatos de Dios, se apartaron de Dios, adoraron a “otros dioses”. Dios les prometió bendecirlos, pero ellos escogieron ser esclavos, maltratados y explotados. De tiempo en tiempo, cuando se acordaban, clamaban a Dios.

Éxodo 1:13-14 En los momentos más duros de su rebeldía, Dios los saca de Egipto. Todo hace pensar que al fin les dará la Tierra Prometida… Pero no; otra vez se hacen rebeldes a Dios, se quejan de haberlos sacado de Egipto, aun se quejan de los lideres que Dios ha puesto y aun de Dios mismo. Vagan 40 años por el desierto sin recibir la tierra que Dios les había prometido.

Al final de los 40 años, todos los que salieron de Egipto han fallecido excepto Josué y Caleb… Pero la gran noticia es que Dios mantiene vigente su promesa; Dios quiere bendecirlos, pero solo lo va hacer si cumplen sus ordenanzas, si le son fieles.

==> Cuántas veces hemos luchado con un problema o enfermedad, preguntándonos ¿será cierto que Dios quiere bendecirme?

– Josué 5:1-15

v.6.. Salieron de Egipto, eran libres.. “pero fueron consumidos, por cuanto no obedecieron a la voz de Dios”.

v.2-3.. En esta oportunidad el pueblo SI obedeció a Dios.

v.7-8 .. La circuncisión era un compromiso de sacar “lo malo” del cuerpo.. Romanos 2:28-29, ahora Dios lo que nos pide, no es una circuncisión física,  nos pide que nos circuncidemos del corazón, que nos despojemos de “lo malo” que hay en nuestro interior.

==> Hay diferentes aéreas en nuestras vidas que necesitamos trabajar CON Dios: Nuestro matrimonio, nuestra familia nuestro trabajo, nuestras finanzas.

Tenemos que aprender a confiar en el Señor una y otra vez, cuando esto sucede:

v.9.. Jehová nos dice: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto… El pueblo era libre de Egipto pero seguía viviendo bajo la sombra de Egipto; hasta que decidieron confiar en Dios, creer en Dios, comprometerse con Dios… Ese lugar fue llamado Gilgal.

v.10.. Ellos acamparon allí y celebraron la Pascua.. El pueblo se comprometió ser fiel a Dios.

v.11-12.. Y comenzaron a comer el fruto de la tierra, nunca más tuvieron mana.

v.15.. Gilgal es el primer lugar llamado santo en la tierra prometida.

==> Hoy día nosotros podemos decir a aquello que nubla u obscurece la bendición que Dios quiere para nosotros: “¡Basta ya!”, “¡Quiero ser fiel y comprometerme con Dios!”… Si Dios me ha salvado no tengo que vivir bajo la sombra del pecado, tengo que conquistar la tierra prometida.

v.9.. “Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto”.. El Señor nos ha salvado, la salvación es por fe, hoy quiero comenzar la conquista de mi tierra prometida… Voy a tomarme de la mano de Dios y rechazar todo aquello que quiera hacerme volver atrás.

– Hebreos 2:1-3a “Por tanto, es necesario que con mas diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?”… Todos debemos estar alertas a la forma de vida que llevamos. A Dios LE COSTO mucho nuestra salvación como para que la descuidemos.. Cuidado de aquella “enseñanza” que sostiene que “una vez salvos, salvos para siempre”. Seamos cuidadosos no sea que nos deslicemos. Precisamente por “descuidados” es que el pueblo de Dios por tantísimos años no recibió lo prometido por Dios, hasta que “tuvieron su Gilgal” (tiempo y lugar donde decidieron obedecer y comprometerse con Dios)

El propio Señor Jesucristo nos dice en Apocalipsis 2:10c  “Se fiel HASTA la muerte, y yo te daré la corona de vida”. Que es lo mismo, “No seas fiel HASTA la muerte, y yo no te daré la corona de vida”… Tenemos que decidirnos ser diferentes a los impíos. Allí es nuestro Gil gal. Allí es el comienzo  para la conquista de la Corona de Vida que nos será entregado por el propio Señor Jesucristo.